Este café proviene de Guji, situado en el sur de Etiopía en la región de Oromia, cerca de la frontera con Kenia, Uraga es uno de los distritos de esta región. La calidad general de los cafés de esta región es excepcional. Como Etiopía es el lugar de nacimiento del café, hay miles de variedades diferentes que han evolucionado naturalmente a lo largo de los años que llevan propiedades muy interesantes que siguen siendo un misterio incluso hoy en día.
Los suelos volcánicos en Guji son ricos en minerales que son ideales para la exigente planta de café Arabica. Tradicionalmente, los pequeños agricultores de Guji viven en armonía con la naturaleza.
A una altitud de 1750 - 2300m sobre el nivel del mar, las cerezas de café se dejan madurar en los bosques naturales que rodean la tierra de los agricultores, donde son recogidos a mano y llevados a la estación de lavado.
Al frente de la compañía está Heleanna Georgalis desde el 2008, ella está inmersa en la tercera ola del café preocupándose en primera persona por la calidad del café que exporta. Ella continúa con el legado de su padre, y afirma sentir pasión por este mundo donde ella misma puede experimentar en procesos y divertirse pudiendo comprobar los resultados. Es importante resaltar que la singularidad de los cafés etíopes reside en la ``no modificación genética ́ ́ de las plantas de café. En Etiopía existen miles de variedades sin explorar y las que se conocen se mantienen intactas, y esto recalca Heleanna cada vez que habla del tema. Etiopía es la cuna del café, las variedades son específicas de cada zona, los científicos han reconocido 37 variedades de las cuales 34 son naturales. Muchas veces encontramos que el café de Etiopía es de la variedad Heirloom y lo que significa es que es ``raíz antigua ́ ́, no define la variedad en sí, sino que es genérico. La variedad lleva el nombre de la zona en la que crece y donde lleva varios años creciendo, debe tener el sabor característico de la zona.